Cuando los enemigos se
desvanecen en mi mente, existe un enemigo imposible de combatir, “El tiempo”,
quisiera retroceder para disfrutar cada segundo, minuto, hora, meses, años que
desperdicie por perderme en mi submundo mental, retroceder y pensar que cada
espacio es un regalo irrecuperable,
volver y rehacer las cosas; Si fuera
posible, todo seria diferente. Pero:
“Hay tiempo para pensar y aclarar ideas,
hay tiempo para respirar e inhalar,
hay tiempo para hablar y ser escuchado,
hay tiempo para decir hola y Hasta luego,
hay tiempo para tomar un café,
hay tiempo para decir te quiero antes de salir de
casa,
hay tiempo para trabajar y poner mi pereza de lado,
hay tiempo para dar un vistazo a la ventana y ver
la luz del sol,
hay tiempo para correr y parar,
hay tiempo para perdonar.”
Con Minutos Prestados…
No hay comentarios:
Publicar un comentario