Perdidos En Lima II

Había olvidado que estabas en el  mismo ómnibus que yo…¡Chico! ¿Por qué siempre tengo que encontrarme contigo?…Muchas coincidencias con nosotros, como la primera vez que te vi. En un día de mierda, de un invierno de mierda, de un sábado de mierda, definitivamente te veo cuando no quiero verte.

Llegamos al paradero final, pensaba tomar otro ómnibus con otro rumbo incierto pero nos quedamos otra vez sin decir nada. Una ruidosa bocina nos hace despertar y el conductor diciendo que tenemos que bajar.

-       - ¿A dónde vas? – Preguntas por fin.

-       - No lo se ¿Y tú?

-       - Tampoco lo se – Terminas diciendo encogiéndote de hombros.

Volvió el silencio, estaba impaciente por salir de ese lugar…Estamos casi al borde del limite final de Lima en un lugar olvidado por Dios, un lugar casi desértico , estoy aquí junto a la persona que pretendo ignorar pero por algún maldito capricho del destino sigue en mi camino. Te quiero tanto…No soporto ser la elegida para ser tu portavoz oficial de tu aniquilamiento. Afortunadamente un enorme ómnibus amarillo vuelve a ofrecerme otra ruta perdida y subo. Veo que sigues empecinado a ser mi sombra, esta vez quieres hablar y mencionas que compraste muchas cosas en el mercado, muchas provisiones para el día, mucha basura que no puedo comer.

-       - Mírame – Dices con una sonrisa enorme –  No quiero que olvides este día conmigo “Te amo, como jamás llegue amar a nadie” acompáñame y no busques explicaciones a todo.

 No puedo evitar llorar, tienes esa cara otra vez, esa cara de compasión y te abrazo con tal fuerza que no me da miedo de romperte un hueso…Quiero que seas libre de ti, entender esto seria difícil de explicar a quien no entiende… Ahora con cada kilometro recorrido, no se donde estamos pero estoy disfrutando del viaje y de ti, hay mas historias repetidas, muchas risas, muchos temas por discutir, algunos curiosos se unen a tus charlas de viajero, es claro que intentan saber de donde eres por tu resaltado acento extranjero, llamando la atención a donde vayas, siempre te gusto ser el centro de todo.

Hay mucho que decir de este día pero solo puedo resumir algunas cosas…Llega el atardecer, hay un sol naranja ocultándose a lo lejos, estamos llegando al final del viaje.

-       - Tenemos que bajar Lia – Me dices besando mi frente.

Y yo no quiero bajar del Bus tengo los pies en los escalones, algo dubitativa pienso que al bajar despertare a la realidad y que todo cambiara después de todo.

“Prefiero A Un Puñado De Extraños Que Sentirme Extraño En Medio De Conocidos” – Tú (J-P).