Estas
ultimas horas voy perdiendo con rapidez lo que me costo volver a tener, un mejor
amigo, a mi familia y a mi. La colillas aumentan dentro de un triste masetero
seco, quizás mate a la planta; Así, como
todo lo que toco, se cae, se desmorona, muere. Pienso en la voz de mi madre
diciéndome que deje de alejarme de todo que no busque estar sola. Yo no busco
nada de algún modo me las ingenio para terminar como un loco en plena calle
desorbitada, despeinada y con mucha hambre….Y por supuesto espantando a todo
ser humano cuerdo que quiere darme algo de cariño…
Lejos..
Sobre la cima
de una roca húmeda, intentando llegar lo mas cerca posible del mar, voy
rebotando como pelota pues no consigo mantener el equilibrio, en este
resbaladizo peñasco. El sol con el mismo color que hace entumecer mi corazón
va apagando su estadía…Me recuerda la ultima vez que pensé en largarme por mar
para algún destino impulsivo en donde pueda sentirme en libertad. Y escucho ese
sonido que en lugar de inquietar mi tranquilidad me la adormece, me hace sentir
como en casa…¿De donde vienen las gaviotas?, esas aves que encuentras por donde
sea que haya una costa, testigos de fuertes tormentas; Visiblemente débiles
pero que son fuertes a cualquier adversidad, amigas de los pescadores cuando
necesitan de su compañía o muy conflictivas cuando son rivales de pesca, muy
románticas cuando de atardeceres se trata, mirándolas cerca de amantes caminando por la orilla. Quisiera ser como ellas volar, picar, graznar
y perseguir cangrejos…Que vida tan simple…
Y sigo aquí ¿Pero realmente me quiero ir?.
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